Donald Trump volverá a ser presidente tras ganar este martes 5 de noviembre las elecciones de Estados Unidos. El ahora virtual primer mandatario asumirá el cargo con un programa antiimigración y proteccionista en lo comercial.
El candidato republicano suma 277 votos electorales frente a 224 de su rival, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, según resultados provisionales. Necesitaba 270 para ganar.
Donald Trump obtuvo un triunfo extraordinario al cabo de una campaña en la que fue blanco de dos intentos de asesinato, cuatro inculpaciones y una condena penal.
“Hemos hecho historia”, proclamó Trump, de 78 años, a sus seguidores en West Palm Beach, Florida, rodeado de su familia, incluida su esposa Melania. “Vamos a ayudar a nuestro país a sanar”, añadió en magnate, que logró convencer a los estadounidenses que los entiende mejor que nadie.
LOS MERCADOS RECIBEN CON SATISFACCIÓN LA VICTORIA COMO PRESIDENTE DE DONALD TRUMP
Los mercados acogieron con satisfacción la noticia, con ganancias muy pronunciadas del dólar. Durante la campaña, el republicano aseguró a sus simpatizantes que va a expulsar a los migrantes en situación irregular porque, según él, “envenenan la sangre” del país.
Prometió reconquistar las ciudades tomadas, según él por migrantes, y sellar la frontera con México para asegurarse de que no entren más sin visa. El día de la victoria será el de “la liberación”, confesó.
Este miércoles 6 de noviembre afirmó que los migrantes podrán ir a Estados Unidos, pero legalmente. Además de ganar las presidenciales, el Partido Republicano arrebató el control del Senado a los demócratas.
Trump incluso presumió de haber ganado el voto popular. Si una vez finalizado el cómputo se confirma, sería la primera vez que un republicano lo consigue en dos décadas. Ya es el primero en lograr un segundo mandato no consecutivo desde 1893.
Con un estilo directo, su mensaje pesa en la clase trabajadora y en el mundo rural desilusionado con las élites de Washington. Su regreso a la Casa Blanca sume en la alegría a millones de seguidores reconocibles por sus gorras rojas.
Cerca del escenario donde Trump pronunció su discurso, Ted Saranvis, de 68 años, está tan contento que se ha puesto a bailar con los brazos en alto. “Me siento extraordinario. Esta es la mayor victoria política estadounidense de la historia”, dice.
EL MIEDO Y LA ANSIEDAD TAMBIÉN RONDAN EN ESTADOS UNIDOS
Pero otros tantos quedan traumatizados. “Ahora tengo miedo, estoy ansiosa. Apenas puedo mover las piernas”, reconoció Charlyn Anderson en la Universidad Howard de Washington, el buque insignia de la formación de los estudiantes negros, donde Harris, que se formó allí, tenía previsto dar un discurso que anuló.
La vicepresidenta de 60 años solo tuvo tres meses para hacer campaña desde que el presidente Joe Biden se retiró de la carrera.
Donald Trump ha dado pinceladas de su segundo mandato como presidente. Prometió resolver la guerra en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio, aunque no dijo cómo. Escéptico del clima, se comprometió a cerrar de nuevo la puerta al Acuerdo de París y a perforar petróleo “a raudales”.
A nivel comercial prevé imponer aranceles para “traer de vuelta” a las empresas al país. Parece especialmente preocupado por su vecino del sur.
“Yo diría que México es un desafío tremendo para nosotros” porque “China está construyendo enormes fábricas de automóviles” en el país y “van a venderlos en Estados Unidos”, se quejó durante la campaña.
ELON MUSK PODRÍA SER PARTE DEL GOBIERNO DE TRUMP
“Sacar del negocio a los cárteles” de la droga fue otra de sus promesas. Es mucho más vago sobre el derecho al aborto, cercenado por los jueces de la Corte Suprema que se jacta de haber nombrado.
Preocupan sus amenazas a lo que denomina “enemigo interno” y su sed de venganza. El mundo, incluidos sus aliados, están nerviosos por lo que pueda hacer, pero ya han empezado a felicitarle. Los primeros han sido China, Francia e Israel. Rusia dijo que prefiere juzgarlo por sus “acciones”.
Pocos detalles han trascendido sobre los futuros miembros de su administración, con dos excepciones. Piensa confiar un cargo al hombre más rico del mundo, Elon Musk, quien hizo campaña por él, y otro a Robert F. Kennedy Jr, hijo del clan político más famoso de Estados Unidos y activista antivacunas, posiblemente “en el cuidado de la salud”.
A diferencia de Trump, que boicoteó la ceremonia de investidura de Joe Biden, el presidente demócrata ya se ha comprometido a participar en la suya y, según su portavoz, en un “traspaso pacífico del poder”. N
(Con información de AFP)