Los familiares de Eduardo R., quien fue condenado a 13 años de prisión por el homicidio de su exnovia Araly, protagonizaron una enérgica protesta frente al Palacio de Gobierno en Chihuahua.
La manifestación tuvo como propósito instar a la Fiscalía General del Estado a llevar a cabo una exhaustiva investigación sobre el caso, manteniendo su firme convicción de que Eduardo es inocente de las acusaciones en su contra.
Los manifestantes argumentan que el caso de Eduardo ha sido desviado de manera equivocada y que él se ha convertido en un “chivo expiatorio”, empleado para cerrar prematuramente el caso y permitir que el feminicidio caiga en el olvido.
Fátima, hermana del joven sentenciado, resaltó que incluso la familia de la víctima, Araly, nunca ha acusado a Eduardo y están convencidos de que el juicio está tomando un rumbo erróneo.
En la calle Libertad, ubicada entre el Palacio de Gobierno y el Museo Casa Chihuahua, los familiares, entre ellos la madre y la hermana de Eduardo, junto a allegados, portaban pancartas que expresaban su apoyo al joven y cuestionaban la dirección de la investigación.
La protesta coincidió con un evento en el Museo Casa Chihuahua en el que participaba la gobernadora María Eugenia Campos, buscando llamar la atención sobre sus demandas.
Entre las preocupaciones planteadas por la familia, resalta la omisión de pruebas que habían sido solicitadas por el Ministerio Público sin una justificación adecuada. Además, subrayaron que se descartó una prueba de ADN porque no coincidía con el de Eduardo, lo que ha aumentado sus sospechas sobre la validez de las pruebas presentadas en el juicio.
Enfrentando una sentencia de 13 años de prisión, Eduardo y su familia persisten en su convicción de que tanto el Ministerio Público como el juez están buscando cerrar el caso sin considerar la posibilidad de su inocencia y sin perseguir al verdadero perpetrador del homicidio.
Afirmaron su determinación de continuar exigiendo justicia hasta que se demuestre la verdadera culpabilidad y se detenga al autor material del crimen.
El trágico asesinato de Araly, ocurrido en abril de 2020, ha desencadenado una constante lucha por la verdad y la justicia.
La manifestación de la familia de Eduardo subraya la necesidad de un proceso legal transparente y minucioso que honre tanto a la víctima como a la posibilidad de que los acusados sean inocentes.
