Al parecer para la duartista Myriam Hernández, ese magno evento le endulzó el oído, y al finalizar ella seguía en su nube, al igual que la gobernadora Maru Campos, quienes muy a fuerza quisieron atender a la prensa, y eso se dignaron sólo si lo hacían “en bolita” para echarse porras la una a la otra.
Mientras la diputada Georgina Bujanda, se pavoneaba entre las muchas mujeres, la mayoría sus amigas que asistieron al evento, la gobernadora ofreció una breve y vacía atención a medios, pero llamó la atención que cuando se abordó a Myriam Hernández para cuestionarla sobre los ceses y sanciones de jueces corruptos, Maru Campos ordenó a uno de sus escoltas que la sacara del apuro de inmediato.
No pasaron ni 10 segundos cuando el agente de traje gris, auricular inalámbrico y su escuadra lista para usar, tomó del brazo a la magistrada presidente, llevándosela casi por la fuerza, diciéndole que eran instrucciones de la gobernadora -aún y cuando han gritado a los cuatro vientos, que hay autonomía en los poderes Já!-, dejando ver claramente a quién se debe de obedecer ahora.
Por si la grosería no fuera suficiente, el escolta le dice a la reportera quien había hecho uso de la palabra en un principio, “cualquier cosa la hablas con Adriana Ruíz” puff!, cómo si la vocera de Gobierno pudiera ofrecer una declaración válida sobre el Poder Judicial…
Autor: Alfredo Sáenz