Por primera vez, la riqueza de «Sembrando Vida» en la Expoagro Chihuahua

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Beneficiarias y beneficiarios de 19 municipios y 900 Centros de Aprendizaje Campesino exponen sus productos en el evento más importante del sector agroalimentario del norte del país

Técnicas artesanales, color, olor y sabor de la Sierra Tarahumara inundan el Centro de Convenciones _

Ya no tenemos que salir a buscar trabajo, relata María Antonia, una de las 24 mil campesinas y campesinos del programa insignia del Gobierno Federal y el más grande reforestador en el mundo

Invierte Gobierno Federal casi 4 mil millones de pesos en este programa en la entidad

¡Sembradoras hasta le entran a concurso con una cajeta… de frijoles!

Por primera vez, sembradoras y sembradores de los 19 municipios de la Sierra Tarahumara, en donde se desarrolla el programa Sembrando Vida, participaron en la Expoagro 2023 que se llevó a cabo del 31 agosto al 2 se septiembre en el Centro de Convenciones de Chihuahua.

La coordinadora estatal de este programa, Teresita de Jesús Ruiz Anchondo, señaló que esta es una gran oportunidad para que la población beneficiaria pueda dar a conocer no sólo el producto que cultivan, sino que logren comercializarlo con el valor agregado que le han dado.

La coordinadora del programa en Chihuahua y Sonora informó que a la expo llegaron sembradoras y sembradores de 900 grupos de trabajo conformados en Comunidades de Aprendizaje Campesino (CAC): 836 de Chihuahua y 64 de Sonora.

Como mencionó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador en su quinto informe, Sembrando Vida es el programa de reforestación más grande del mundo y en Chihuahua opera desde el 2020, actualmente cuenta con 24 mil beneficiarios, de los cuales el 45.95 por ciento son indígenas.

El Gobierno Federal ha invertido en este programa 3 mil 829 millones 734 mil pesos en la entidad y los beneficios sociales han sido palpables ya que ha logrado su principal objetivo:

Evitar la migración de poblaciones lejanas a las ciudades por falta de empleos.

Tal es el caso de María Antonia Reyes Chávez, originaria de Tehuerique, municipio de Carichí, que pertenece al CAC “Nogal Grande” en donde se producen árboles frutales de durazno, granada, chabacano, agave además de maíz y frijol, pinos y encinos.

Relata que gracias a este programa ya no tiene que salir de su lugar de origen a pedir trabajo.

Vestida con un traje típico rarámuri verde limón con detalles en negro ofrecía productos que se han elaborado con las cosechas, como mermeladas, nopales en conserva, frutas secas, entre otros.

Además, con orgullo mostraba los trajes típicos que ella misma confecciona también, dice, producto de este programa pues con la venta de maíz y frijol compra la tela y con la técnica aprendida de su madre y abuela diseña y produce vestidos y los vende.

Otro de los sembradores que logró darle valor agregado a la cosecha de manzana es Evaristo Mora Frías, originario de Cerocahui, municipio de Urique, quien extrae por medio de técnicas artesanales un jugo de manzana totalmente orgánico, sin conservadores, sin azúcar y sin agua.

Con frascos de jugo de manzana embazados al vacío recibió a los visitantes del local de Sembrado Vida que resaltaba de entre todos los demás por el colorido de los productos y los técnicos del programa que se dieron cita desde Batopilas, Guadalupe y Calvo, Urique, entre otros de los municipios más alejados de la entidad.

Le entran a concurso con cajeta de frijoles

Tal fue el entusiasmo de las y los sembradores de participar en la Expoagro 2023, que dos de ellas: María Teresita Terrazas Hernández y Clara Jáquez Urbina del CAC “Nogal Grande”, ubicado en Batebachi, municipio de Carichí, se inscribieron en el concurso “Elaboración de Platillos Saludables, Dulces y Salados a Base de Frijol”.

Las sembradoras presentaron una “cajeta de frijoles”, elaborada con leche, frijol, canela y azúcar, cuya receta proviene de su madre quien se la preparaba de niña como un postre frío.

Esta cajeta es nutritiva porque lleva frijol y leche, se puede comer untada en pan o galletas, también se puede embazar para que dure más tiempo y es muy rica, comentó.

Es un platillo laborioso toda vez que lleva de 4 a 5 horas en su elaboración, de acuerdo a lo espesa que se desee, según explicó ante el jurado.

Se hierve la leche con azúcar y canela, se cuecen los frijoles y se meten a licuar con leche; cuando ya haya pasado 25 minutos hirviendo la primera mezcla se introduce el frijol licuado y se le da rendimiento hasta que cuaje.

De esta manera, beneficiarias y beneficiarias vivieron la experiencia de participar en el evento que reúne lo mejor del sector agroalimentario en el norte del país.