Se autoadscribe Ejido Creel como comunidad indígena: INPI

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Como seguimiento al Plan Integral Creel de Atención al Ejido Creel, más de 200 familias se reconocen como ralámuli (rarámuri)

Podrán tener acceso a programas dirigidos a la población indígena con los que cuenta el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas

Como parte del Plan Integral de Atención al Ejido Creel, ejidatarias y ejidatarios del municipio de Bocoyna se identificaron como pueblo indígena ralámuli (rarámuri), reconocido por el Estado Mexicano.

La autoadscripción, o auto conciencia, es el acto voluntario de personas o comunidades que, por tener un vínculo cultural, histórico, político, lingüístico o de otro tipo, deciden identificarse como miembros de un pueblo indígena.

“Afirmaron en colectividad seguir los usos, tradiciones y nombramiento de sus autoridades conforme a la costumbre antigua”, señaló el director titular de la Oficina de Representación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en Chihuahua, Nicolás Víctor Martínez Juárez.

El pasado domingo 5 de junio, el funcionario asistió a una reunión de seguimiento al Plan que integra a más de una veintena de secretarías y organismos federales que busca dotar de justicia a más de 200 familias con las que se tiene una deuda histórica ignorada en los sexenios anteriores.

Martínez Juárez explicó a los asistentes los principales derechos de los pueblos indígenas y cuándo un determinado grupo humano se puede considerar como “pueblo indígena”, con base en el Artículo 2º, que señala:

“Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen una unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio y que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres”.

Dijo que es importante que sepan cómo se interpreta esta adscripción jurídicamente, es decir, los compromisos y responsabilidades que adoptan al ser considerados como pueblo indígena.

En compañía del director del Centro Coordinador de los Pueblos Indígenas en Carichí, Esteban Nava Galindo, también hizo referencia al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que es un referente básico que se puede invocar para proteger a los pueblos indígenas contra la discriminación y marginación a la que están expuestos, sobre el cual se contempla este procedimiento.

En un ejercicio de preguntas y respuestas, el funcionario federal hizo un llamado a los integrantes de la asamblea a pronunciarse sobre los siguientes temas:

¿Conocen el Yúmare y participan en él? ¿Efectúan ceremonias antiguas y las celebraciones con la de danza matachín? ¿Hacen el nombramiento de sus autoridades representativas conforme lo marca la costumbre?

Tras responder afirmativamente, el titular del INPI en la entidad cuestionó al colectivo: ¿Ustedes manifiestan autoadscribirse al pueblo indígena ralámuli (rarámuri)?

Acto seguido los presentes levantaron la mano y dijeron “¡Sí!”.

La respuesta quedó registrada en el acta de asamblea; ahora, el siguiente paso será ponerse de acuerdo con las autoridades indígenas para explicarles los programas dirigidos a la población indígena con que cuenta el INPI.

“Ninguna institución federal, estatal o municipal tiene la atribución para dar constancia o denominar a las comunidades, sólo acatar lo que dice la ley y la propia colectividad que se autoadscribe indígena”, aclaró el servidor público.

El titular de la Oficina de Representación del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en Chihuahua, reveló que por el momento se desconoce en específico cuántos indígenas existen en Creel.

Explicó que, no obstante, en el censo realizado por la Delegación de Bienestar se encontraron 216 familias que hablan el idioma y forman parte de la colectividad que autoadscribió como pueblo indígena ralámuli y que manifestaron seguir los usos, costumbres y tradiciones.

Esta información será transmitida a la Ciudad de México para que posteriormente los involucrados planteen sus solicitudes y saber a cuáles pueden acceder de acuerdo con la disponibilidad de recursos administrados por el INPI.

1) De acuerdo a la propuesta de lecto-escritura en el idioma ralámuli se acordó seguir las grafías del español que más se acercan a los sonidos emitidos por sus hablantes, así; se escribe ralámuli y se pronuncia rarámuri. En esta palabra ya va implícito el plural.